Los consumidores conectados al Internet que cayeron víctimas de artimañas de phishing experimentaron un aumento quintuplicado de pérdidas financieras desde la encuesta de 2005. El costo promedio por cada incidente de phishing fue de $850, cinco veces más alto que el costo promedio de $165 en 2005. Consumer Reports estima que los consumidores estadounidenses perdieron $630 millones durante los dos últimos años por causa de estafas fraudulentas de phishing por email.
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